Esta es la traducción castellana de mi ensayo originariamente escrito en japonés y publicado en el programa de mano de «1929», del bailaor Shoji Kojima, estrenada en Tokio en 2000.
NAKAI Shoichi, estético japonés, al ver llegar a nuestro país la aeronave Zeppelin, dice en su Introducción a la estética que ha llegado la edad de la "poesía nueva de la máquina". No es que alabe sin reserva las funciones de la aeronave que tomaba lo mejor y lo más selecto de la técnica militar sino que quede asombrado ante lo que ocurrió camino de Tokio desde Alemania cuando no daba señales de vida sobre Siberia durante siete horas. El casco empieza a helarse completamente y la aeronave va bajando poco a poco debido a su peso. Pese a ello, entran los rayos del sol y el hielo se desconcha pedazo tras pedazo, y la aeronave vuelve a ganar la altura. Nakai, que supo el acontecimiento por la radio y el periódico, medios de comunicación en masa típicos de aquel entonces, no puede menos de admirarse de ello y murmurar que "es sumamente bello". Cierto es que la aeronave se construyó con objetivos militares. Nakai, no obstante, descubrió, en el mismo movimiento de los pedazos del hielo que se despegan gradualmente, una estética nueva que sobrepasa las antiguas.
Los años veinte era la edad de la masificación y la maquinización era cotidiana, cuyo testimonio es la publicación de La rebelión de las masas de Ortega y Gasset. En efecto, se habían arreglado casi todas las bases fundamentales de nuestra vida de hoy en día. La idea de Asakusa Benikujira-dan, novela de KAWABATA Yasunari de 1929, no podía concebirse sin el metro (disponía ya de taquillas expendedoras y torniquetes) que se inaguró dos años antes entre Ueno y Asakusa. En las ciudades como Osaka y Fukuoka se construyeron los aeropuertos que son prototipos de los actuales, volaban los vuelos de pasajeros entre Tokio, Osaka y Fukuoka, y en las esquinas de las calles había buzones para correo aéreo. A las ciudades las adornaban los pisos tipo euro-americanos como el Apartamento Dojunkai, grandes almanecenes con escapalates, iluminaciones y ascensores, y los cines. El mismo día de la entronización del Emperador de Showa, partió él por la mañana de Tokio hacia Kioto a celebrar la ceremonia, y a mediodía ponían sus noticiarios en los cines de Asakusa, por lo cual sabemos que se habían logrado ya los principios de rendimiento de imágenes y velocidad. La edición de libros de bolsillos de la editorial Iwanami en 1927, el inicio de la publicación de volúmenes separados de la editorial Chüo Koron en 1929 (Sin novedad en el frente era superventas) y la difusión de obras completas de autores individuales simbolizan la masificación. En las calles se arremolinan los "moga" (modern girls) y "mobo" (modern boys). El año 29 ensalzaba el modernismo. Por ejemplo, los colegios de barrios castizos de Tokio poco después del Gran Terremoto de Kanto, los reglamentos disponían que sus edificios fuesen de hormigón armado estilo art deco, equipados con calefacción y váteres.
Japón, país victorioso en las guerras con China y Rusia, convertido ya en un «estado de primera orden», había construído el Teatro Imperial digno de llamarse así sostenido por tales accionistas como Eiichi Shibusawa, y venía invitando a diversos artistas extranjeros: el matrimonio Smilnova y Nomanov (1916), Anna Pavlova (1922), y la compañía de baile de Denishow de Estados Unidos (1925). Lo que tenía la mayor acogida era el baile, y Pavlova era la más afamada. "Yo sentí los cuellos y alas de un cisne en los brazos y piernas de Pavlova. (...) Aunque haya olor a decadencia, no es que no podamos hacer la vista gorda. En todo caso, vi algo sumamente bello". Así no oculta su emoción AKUTAGAWA Ryunosuke. Y en 1929 viene al Teatro Imperial la Argentina, considerada como la mayor bailaora española del siglo XX. Es ONO Kazuo quien despertó al baile presenciando sus espectáculos. En el mismo año Andrés Segovia vino a Japón, quien dio ocasión al aumento de la popularidad de la guitarra. No cabe duda en que fuese un año decisivo para la aceptación del baile español en nuestro país.
Lo que tiene relaciones estrechas con la pupularidad del baile es el modernismo. Uno de los núcleos de la llamada Democracia de Taisho es el sufragio universal, por la que la posición social de las mujeres se eleva de modo ineludible. En el teatro, desde 1629, cuando se prohibió el kabuki femenino, las actrices se expulsaban de teatros autorizados. En agosto de 1890, La Policía Metropolitana promulgó al fin y al cabo un decreto en que los teatros con actores y actrices "han de ser pasados por alto", y así debutó en noviembre de 1891 la Madame Sadayakko, la primera actriz japonesa reconocida. Ella inspiró a Picaso, quien realizó una pintura al pastel titulada "Sadayakko, la bailadora", y sirvió de modelo de los ensayos teatrales de Gide y Jule Renart. A ella sigue MATSUI Sumako, estabilizándose la posición de las actrices, mientras venían Pavlova y la Argentina arriba mencionadas.
La masificación también se ve bien reflejada en Casino Folie, a cuya frente estaba el cómico ENOMOTO Kenichi, y en en la moda de ero-guro-nonsense (erotismo grotesco y disparates), seña de la indiferencia política que dominaba la época. El rey de la diversión era el cinematógrafo, es decir, el cine. Las salas de variedades que había en Tokio de la Era de Meiji, que eran más de cien, fueron sustituidas cas todas por los cinematógrafos. En éstos, no sólo los katsuben (presentadores) daban explicaciones orales por el argumento de los filmes sino también se celebraba revistas modernas. Las salas de fiestas estaban en apogeo. La música favorita era, cómo no, el jazz. Desde el fin de la Era de Taisho el jazz se importaba continuamente de Norteamérica, Filipinas y Shanghai, una de las ciudades más cosmopolitas de aquel entonces donde estaban en plena moda el jazz, el ballet y el cine. En 1928 FUTAMURA Teïïchi tuvo un rotundo éxito con sus Arabia-no-uta (Canción de Arabia) y Aozora (My Blue Heaven), lo cual marca el inicio de la producción de discos jazzísticos de los cantantes japoneses. Era en 1929 cuando el primer disco producido en colaboración con la película, Tokio-koshinkyoku (Marcha de Tokio), vendió 240.000 ejemplares.
Por otra parte, era asimismo en este año cuando el número de parados experimentó un súbito incremento afectado por el gran pánico y OZU Yasujiro filmó Aun licenciado. En Italia se vive la represión exhaustiva del movimiento antifascista salvo el caso del estético Croce. Igualmente en Japón el movimiento laboral tenía un auge con la formación de la Alianza del Teatro Proletario Japonesa y la Alianza de Escritores Proletarios Japonesa, las que motivaron la gran aprehensión del Partido Comunista en abril. En el mismo año 1929 se celebró en Hollywood la primera gala de los Oscars y el motivo principal por el que Luis B. Mayer, vicepresidente de MGM, había inaurugado la Academia de Cine dos años antes era para contener el intento de los obreros que trabajaban en los estudios de cine de crear uniones. De esto no había de ser independiente el mundo del teatro. Shochiku, gran empresa teatral y cinematográfica, monopoliza el derecho de todos los actores de kabuki. SENDA Koreya fuda Zen-ei-za (Compañía Vanguardista) en 1926, Osanai Kaoru hace una visita a Moscú como invitado oficial a la ceremonia del décimo aniversario de la Revolusión soviética y en 1928 el grupo de ICHIKAWA Sadanji II va a la Unión Soviética para poner en escena Chusingura, Narukami, etc. en el Teatro del Arte de Moscú, que marcó la primera ocasión de la representación de kabuki fuera de Japón. Se dice que Eisenstein, al ver las funciones en Moscú y Leningrado, se convenció de que su teoría de montaje fotográfico era un acierto. Siendo así, acusado por Stalin de haber desfigurado el koljoz, Eisensten se ve obligado a cambiar el título de su film La línea general por el de Lo viejo y lo nuevo y parte hacia Lausana para asistir al Encuentro Internacional de Cinematografía Vanguardista. A la muerte de OSANAI Kaori, Tsukiji Shogekijo (Teatro Pequeño de Tsukiji) se divide y nace Shin Tsukiji Gekidan (Nueva Compañía de Tsukiji) a cuya frente están HIJIKATA Yoshi y YAMAMOTO Yasue.
En el círculo literario debutan los críticos KOBAYASHI Hideo y MIYAMOTO Kenji que ganaron un concurso celebrado por la revista Kaizo (Reorganización), e inician la fusión de la inteligencia occidental y la sensibilidad japonesa. El escritor SHIMAZAKI Toson, quien participaría en la asamblea del PEN Club en Argentina en 1936 como primer presidente del Club japonés, publica su novela La Víspera en que describe el transcurso de la época del fin de la Era de Yedo y el comienzo de la de Meiji. El pintor OKAMOTO Taro va a París donde recibe un fuerte influencia de Picasso, y FUJITA Leonard Tsuguharu, a su vez, triunfa en el école de París y regresa a Japón. Es también en el otoño de 1929 cuando Jack SHIRAI se traslada a Estados Unidos, el único soldado voluntario japonés que combatió de lado de la República en la Guerra Civil.